La Troje se encuentra en la ciudad de Cochabamba; una edificación de casi 250 años que se alza, ahora, entre rutas asfaltadas y edificios relativamente modernos. Es reconocible a la distancia por su distintiva apariencia, pero es su personalidad contemplativa la que durante tantos años ha mantenido en pie a este edificio histórico.
Reconocida por su atípica arquitectura, La Troje pertenece a finales del siglo XVIII, correspondiente a la tipología colonial religiosa; posteriormente, esta construcción fue transformada en una Troje, es decir, un granero de almacenamiento de semillas. El arquitecto Carlos Lavayén, de la Sociedad de find me job Estudios Históricos del Colegio de Arquitectos, concluye que La Troje es “una antigua Iglesia hacendal del siglo XVIII, cuya estructura se resuelve siguiendo los principios de la tipología de la primera fase de la arquitectura colonial religiosa. Los materiales utilizados son el adobe, la piedra y la teja cerámica cocida siguiendo la técnica tradicional del valle de Cochabamba.”
En 1994, cuando la alcaldía de Cochabamba realizaba mejoras urbanas para los vecinos de la zona, éstos hicieron un pedido de demolición, desconociendo su valor histórico. Ellos alegaban que La Troje impedía la circulación regular de vehículos y la construcción de otros edificios. Sin embargo, ese mismo año, cuando la Sociedad de Estudios Históricos del Colegio de Arquitectos realizó la primera intervención, La Troje comenzó su camino para iniciar el proyecto de restauración.
“La Troje”, hoy por hoy, es el “único ejemplo de la arquitectura del sistema hacendal” y es un “último vestigio patrimonial del área”, tales son las palabras que aparecieron en los diferentes reconocimientos que recibió La Troje a lo largo de los años.
El primero de marzo de 2001, el Viceministerio de Cultura, a través del Centro Nacional de Conservación y Restauración de Bienes Inmuebles de Patrimonio Monumental, otorgó a La Troje el título de Monumento Histórico, declarándolo Tesoro cultural de la Nación. A la vez, tal título recomendó al Departamento de Cochabamba, principalmente al Municipio, valorar a La Troje bajo el dictado del decreto supremo Nro. 05918.
En noviembre del 2001, el Honorable Consejo Municipal de Cochabamba, lo declaró Hecho Arquitectónico de Valor Histórico Cultural, como Monumento de la ciudad. Nuevamente, durante el 2008, la Alcaldía de Cochabamba, según O. M. Nº 3834/08 otorgó a La Troje la placa con la distinción “Manuela Gandarillas” en mérito a su Restauración.
La Troje tuvo una larga trayectoria para que se consolide como un Centro Alternativo Artístico Cultural, la idea general fue impulsar las manifestaciones artísticas y rescatar las prácticas culturales de nuestro país. Se intentó implementar variedad de proyectos, tales como un Centro de Capacitación Artística Infantil, una Fundación Educacional Artística (2000 – 2002) y un Museo, pero fue la combinación de estas diferentes expresiones lo que realmente ha logrado dar vida y magia a La Troje actualmente.
El Centro actualmente se consolida por la necesidad de nuevos y distintos escenarios para los artistas y la población en general, tanto de la región como del país; desde 1998 hasta la actualidad ha pasado por varios ciclos de cambio, sin embargo, mantiene la esencia de lo que fue un granero y se convierte en un semillero artístico cultural.